Contaminación Eléctrica y Electromagnética

Hay diversas patalogías que pueden estar asociadas a la contaminación eléctrica en el hogar, sobre todo en los dormitorios, debido a que solemos pasar una media de 8 horas en la cama, la mayor parte de las molestias suelen estar asociadas a trastornos nerviosos, excitación neuronal , tensiones musculares, dolor, entumecimiento, agotamiento, problemas en la piel o capilares, pérdidas exageradas del cabello, picor, conjuntivitis, pesadez de ojos o sensación de tener arena, depresiones, alteraciones en el sistema inmunológico, hasta llegar a enfermedades graves. 

La mayoría de estas patologías desaparecen al poco tiempo de no estar expuestos a la contaminación eléctrica, pero también se agrava más si estamos expuestos a la contaminación eléctrica y además estamos encima de una alteración telúrica (falla, vena de agua , cruces Hartmann etc) 

Si esta contaminación eléctrica o electromagnética está generada por focos exteriores como pueden ser (líneas de alta o baja tensión, transformadores situados en la calle, líneas de tren electrificadas, emisoras de radio de amplitud modulada AM, etc) o por focos interiores como (instalación eléctrica defectuosa, electrodomésticos, etc) constituyen riesgos de salud muy elevados para las personas expuestas a su influencia. Si el problema está en el exterior de la vivienda, la solución no depende del usuario ya veces es de difícil solución. 

La distancia de seguridad recomendada entre una vivienda y una línea de alta tensión sería en principio de 250 metros, aunque en algunos casos esta distancia quede corta y pueda ser superada por el campo producido por la línea. 

Pero en muchos de los casos los campos eléctricos que suceden en las viviendas proceden de una toma de tierra defectuosa o inexistente, por lo que bastará en colocarla correctamente, porque gran parte de la problemática desaparezca, otro posibilidad es que el cableado sea insuficiente para el paso de la corriente, esto suele ocurrir cuando se cambia de voltaje de 125 V a 220 V, sin sustituir el antiguo cableado.

Lo mejor que podemos hacer en una instalación es proteger los cables mediante tubos como los utilizados en la protección contra incendios, o cables coaxiales que son cables protegidos, de esta manera evitamos que el campo eléctrico salga del tubo, y por tanto que nos perjudique, otra opción es colocar una malla en la pared protectora del campo eléctrico, otro solución estaría en colocar un desconectador automático de fase activa.

Una instalación deficiente producirá campos eléctricos de cierta intensidad, si dormimos con el cabezal de la cama pegado a la pared recibiremos este campo durante toda la noche, según las ultimas investigaciones elevamos mucho el riesgo de padecer cáncer cerebral; antes de producirse el tumor suelen presentarse síntomas que deberían avisarnos que algo nos está afectando. Entre los síntomas más habituales en las personas sometidas a campos tanto eléctricos como electromagnéticos de muy baja frecuencia figuran el insomnio, dolor de cabeza, el cansancio injustificado y posteriormente la depresión, síntomas evidentes de que algún factor del entorno ya sea geofísico o electromagnético (de origen artificial) nos está agrediendo y no nos deja recuperar la relajación necesaria, de toda la tensión acumulada durante el día. 

También los campos magnéticos de baja frecuencia repercutirán en forma drástica en los niveles de Melatonina, que es una hormona con propiedades anticancerígenas segregada por la glándula pineal (situada en la parte posterior del cerebro).